El es el abuelo Emilio - In Memoriam a los 53 años de su partida

Él es mi abuelo, el más querido, era realmente especial con nosotras (mi hermana y yo). Para reconstruir su historia tuve que recopilar recuerdos propios y ajenos, que insinúan que debió haber sido realmente interesante. Aún tiene para mi demasiadas facetas desconocidas.

Nació en febrero de 1907, un 4. De su infancia nada sé solo que le cambiaron el apellido de Gerbaz a Gherbaz por disposición del gobierno de Italia.

Mi abuela me contó que su matrimonio fue arreglado. Se casaron el 28 de octubre de 1934 en Fiume y estuvieron juntos “hasta que la muerte los separó” y quizás todavía lo están.

Uno de sus sobrinos escribió que le gustaba la música americana y que las celebraciones de Navidad en su casa eran las mejores.

Mi abuelo me contó que durante la II Guerra Mundial, fue espía, cuando la gente de Tito actuaba contra los Nazi, salía a beber con ellos, los emborrachaba y así obtenía la información que necesitaba. Y que una vez, estando con un militar, al momento de empezar un bombardeo se percató del silbido cercano señal que caían bombas y salto encima del hombre… cuando se levantó la explosión había hecho que se le abriera, al que intentó salvar, una herida en el estómago y “se le salieron hasta los intestinos”. Él ni corto ni perezoso volvió al colocar todo dentro… y más. Se lo llevó corriendo a un puesto de socorro y así lo salvó.

De una prima supe, porque a ella se lo contó mi tío, que como trabaja en uno de los puertos, ayudó a escapar a más de un judío de terminar en un campo de concentración. Los escondía en cajas de cartón y embarcaba hacia un sitio seguro.

Mi mamá me dijo que cuando la guerra terminó y Tito se declaró comunista, mi abuelo tomó la decisión de separarse de él. Pero cuando se lo comunicó al cruel dictador, este lo amenazó, si osaba dejarlo asesinaría a su familia, en vez, si se quedaba gozaría de todos los privilegios de ser uno de sus hombres y que, además, podría mandar a sus hijos a donde quisiera a estudiar. El aceptó la segunda opción, la cual usó como puerta de salida y los mandó a ella, a mi abuela y a su hijo mayor, llamado Glauco, de primeros para Italia, quedándose él con el más pequeño, Desio.

En los documentos que me dio mi abuela y un escrito en el cuaderno de autógrafos de mi mamá, quedó constancia de su huida, como prófugo de guerra. El partió primero con su hijo pequeño (aún estoy averiguando cómo) y más adelante mi abuela con mi mamá y su otro hermano. Nadie me ha sabido contar cómo lo hizo (ni siquiera uno de sus mejores amigos con quien tuve la oportunidad de hablar de eso antes de que falleciera), lo importante es que lo logró y se fueron todos. A finales de 1949 ya estaban en Guarenas - Venezuela criando conejos.

Podemos decir entonces que por la valentía de un hombre que se atrevió a dejar atrás todas sus comodidades en aras de sus principios, es que puedo escribirles esta historia.



Emilio Gherbaz Ricciotti dejó este plano el 5 de enero de 1971, me enteré el 6, lo recuerdo como si hubiera sido ayer.

Su vida en Venezuela es otra bonita historia que contaré más adelante. 

Susana Colucci
In memoriam a los 53 años de su partida
05/01/2024


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